La FAO, la OMS y la OMSA presentaron un nuevo informe sobre los eventos recientes del virus de influenza aviar A (H5) en animales y personas. Si bien el riesgo para la población en general se mantiene bajo, la vigilancia y el enfoque integral de salud siguen siendo claves para prevenir su avance.
El 1° de julio de 2025, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) publicaron una evaluación conjunta sobre la situación global del virus de influenza aviar A (H5). El documento señala que, aunque el riesgo para la salud pública continúa siendo bajo, se registran eventos en múltiples especies animales y en distintas regiones del mundo, lo que requiere mantener una vigilancia activa y coordinada bajo el enfoque “Una Salud”.
En Argentina, la influenza aviar altamente patógena (IAAP) A(H5N1) se detectó por primera vez en 2023 en aves silvestres, de traspatio y comerciales, así como en mamíferos marinos. En febrero de 2025, se confirmó un brote en aves de traspatio en la provincia del Chaco. Gracias a las acciones de control y monitoreo, el país recuperó en agosto de 2025 su estatus de libre de IAAP en aves de corral.
A nivel internacional, desde 2020 la cepa H5N1 del clado 2.3.4.4b ha provocado una panzootia sin precedentes, afectando aves y mamíferos, incluso en zonas remotas como la Antártida. En algunos casos se ha evidenciado transmisión entre mamíferos, como ocurrió en elefantes marinos en la Península Valdés en 2023. Estados Unidos también reportó la presencia del virus en ganado lechero y algunos casos humanos vinculados a la exposición ocupacional, sin evidencia de transmisión sostenida entre personas.
La evaluación de FAO, OMS y OMSA resalta la importancia de:
- Reforzar la vigilancia epidemiológica en animales y humanos.
- Promover el intercambio rápido de datos genéticos y epidemiológicos.
- Implementar medidas de bioseguridad en explotaciones avícolas y ganaderas.
- Mantener la coordinación entre los sectores de salud humana, animal y ambiental.
Si bien el riesgo actual para la población general es bajo, la circulación del virus en diversas especies y entornos exige mantener la alerta, especialmente entre trabajadores de la cadena agroalimentaria y profesionales que tienen contacto directo con animales.
Desde FECOVET reiteramos el compromiso de los veterinarios en la prevención, detección temprana y comunicación de enfermedades zoonóticas, trabajando junto a las autoridades sanitarias y en red con los distintos sectores para resguardar la salud pública y animal.
Fuente: Informe FAO/OMS/OMSA



