Donde no hay regulación, hay riesgo

En un contexto donde la salud pública, el bienestar animal y la seguridad alimentaria están profundamente interrelacionados, la regulación del ejercicio profesional veterinario se vuelve un pilar fundamental. En Argentina, esta tarea recae en los colegios y consejos profesionales, instituciones que no solo representan a los médicos veterinarios, sino que también resguardan el interés público a través del control, la ética y la excelencia profesional.

Desde FECOVET —la Federación que nuclea a los consejos y colegios de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, CABA y Santiago del Estero— sostenemos con firmeza que los colegios y consejos son el resguardo legal, técnico y ético de toda la profesión veterinaria. Defender su rol es defender a la sociedad.

Estos organismos tienen como misión principal velar por una práctica profesional de calidad. Supervisan que quienes ejercen estén debidamente matriculados, con formación actualizada, y cumplan con las normativas sanitarias y deontológicas vigentes. De esta manera, donde no hay regulación, hay riesgo: riesgo para la salud de las personas, para el bienestar de los animales y para la sanidad ambiental. Los colegios y consejos profesionales son el límite entre la práctica segura y el peligro sanitario.

En este marco, resulta preocupante el reciente anteproyecto de ley presentado por la diputada nacional Marcela Pagano, que propone modificar aspectos estructurales de la colegiación profesional. Desde FECOVET alertamos que este tipo de iniciativas, que prescinden del análisis técnico y del diálogo con las entidades que representan a la profesión, ponen en riesgo el control sanitario, la ética profesional y la seguridad jurídica del ejercicio veterinario en el país.

Además de garantizar el ejercicio profesional dentro de un marco legal y ético, los colegios y consejos tienen un rol activo en la prevención del intrusismo y de prácticas peligrosas o irresponsables. La regulación profesional funciona como una verdadera barrera frente a situaciones de precarización laboral, habilitaciones indebidas o intervenciones sin respaldo científico. La regulación profesional es una barrera contra la precarización, el intrusismo y la improvisación.

También actúan como espacios de formación continua, actualización y defensa de la profesión, articulando con organismos públicos, universidades y autoridades sanitarias. Su tarea es esencial para sostener una profesión que está en contacto directo con problemáticas clave como la prevención de zoonosis, la producción de alimentos inocuos, la vigilancia epidemiológica y la atención clínica de animales de compañía.

Desde FECOVET reafirmamos que sin regulación, no hay garantía de calidad, ni para los profesionales ni para la sociedad. Por eso, defendemos el rol indelegable de los colegios y consejos veterinarios, y trabajamos en forma conjunta para fortalecer su funcionamiento en cada provincia.