La gripe aviar muta y se expande: el rol clave de los veterinarios en la prevención y control

La gripe aviar altamente patógena (H5N1) atraviesa un momento crítico. Según un reciente informe de la FAO, esta cepa está mutando con rapidez, extendiéndose por todo el mundo, afectando a aves silvestres, de corral, mamíferos y en algunos casos, también a seres humanos. En este contexto, el trabajo del profesional veterinario se vuelve esencial para anticipar, contener y mitigar sus impactos sanitarios, económicos y sociales.

Una amenaza global que requiere acción local

Desde su reemergencia a fines de 2020, la H5N1 ha demostrado una capacidad inédita de diseminación. Brotes en más de 80 países, detecciones en especies no aviares como focas, zorros, perros mapache e incluso ganado vacuno en Estados Unidos, plantean nuevos desafíos para la sanidad animal y la salud pública.

El riesgo de transmisión interespecies y su potencial zoonótico refuerzan la necesidad de aplicar el enfoque de «Una Salud», integrando la vigilancia veterinaria, la bioseguridad en granjas, la detección temprana y la comunicación con el sector productivo y la comunidad.

El rol del veterinario: vigilancia, diagnóstico y prevención

Los veterinarios y veterinarias desempeñan un papel fundamental en:

  • La vigilancia activa de aves domésticas y silvestres, detectando brotes a tiempo.
  • La implementación de medidas de bioseguridad en establecimientos avícolas.
  • El diagnóstico diferencial y la toma de muestras, clave para confirmar casos.
  • La participación en estrategias de control y erradicación, junto a las autoridades sanitarias.

Asimismo, su intervención es clave para asesorar a productores, capacitar personal rural y contribuir con investigaciones sobre la evolución del virus, el desarrollo de vacunas y nuevas herramientas diagnósticas.

Preparación y respuesta: fortalecer capacidades veterinarias

La situación actual exige reforzar las capacidades técnicas y logísticas del sistema sanitario veterinario. En América Latina, y especialmente en nuestro país, es necesario continuar invirtiendo en:

  • Infraestructura de diagnóstico y laboratorios.
  • Formación continua para veterinarios y equipos de campo.
  • Protocolos de vigilancia unificados y estrategias de respuesta rápida.
  • Comunicación clara y basada en evidencia, tanto hacia el sector como a la sociedad.

Desde FECOVET, reafirmamos nuestro compromiso con la sanidad animal, el fortalecimiento del rol profesional veterinario y la articulación interinstitucional para enfrentar desafíos sanitarios cada vez más complejos.